Título: Soul Eater
Episodios: 51
Autor: Atsushi Okubo.
Género: comedia, acción,
aventura.
Argumento: El Shibusen es un colegio destinado a formar a los jóvenes como un centro de entrenamiento para las armas de los jóvenes y sus correspondientes portadores. El director de la escuela, un Shinigami, la creó con el fin de prevenir el nacimiento del Kishin, el dios demonio que en el pasado sumergió al mundo en el caos.
Las almas humanas que se han corrompido tienen posibilidades de renacer como dios demonio, por lo que los estudiantes de la escuela son entrenados para eliminar estas almas maligna. He aquí donde entran nuestros tres protagonistas: Maaka, una decidida joven; Black Star, un joven valiente pero alocado y Death the Kid, un chico obsesionado por la simetría absoluta.
Opinión: Soul Eater, todos lo sabemos, es uno de los shonen de moda. Y esto puede deberse a varias razones. Para empezar, el mundo en el que se ambienta Soul Eater tiene una estética original, algo tétrica y a la par cómica, y con un dibujo cuidado y curioso. Una de las cosas que me llevó a verla fue precisamente ésta, su ambientación.
En segundo lugar, los personajes son muy carismáticos, todos muy locos. La obsesión de Death the Kid por la simetría, que roza lo absurdo, es descacharrante.
Pero lo que yo reseño aquí es el anime, el cual no está nada mal. Podría haber dicho que el anime es absolutamente genial si sólo hubiera durado 26 capítulos (es decir, la primera temporada). Si el anime se hubiera detenido ahí, hubiera sido una serie de notable. En cambio, el maldito relleno tuvo que agregar otros 26 capítulos, que se hacen repetitivos, dando la sensación de más de lo mismo y con un final que roza lo absurdo. Me hubiera quedado con un muy buen sabor de boca si la serie no se hubiera alargado innecesariamente.
Así pues, ¿debería verse esta serie? Rotundamente sí. ¿Entera? No, entera no, solo la mitad, pero posiblemente al ver la 1º temporada, quieras más, y acabaréis decepcionados.
En todo caso, mi consejo es que la veas, aunque sea hasta el episodio 26.
Episodios: 51
Autor: Atsushi Okubo.
Género: comedia, acción,
aventura.
Argumento: El Shibusen es un colegio destinado a formar a los jóvenes como un centro de entrenamiento para las armas de los jóvenes y sus correspondientes portadores. El director de la escuela, un Shinigami, la creó con el fin de prevenir el nacimiento del Kishin, el dios demonio que en el pasado sumergió al mundo en el caos.
Las almas humanas que se han corrompido tienen posibilidades de renacer como dios demonio, por lo que los estudiantes de la escuela son entrenados para eliminar estas almas maligna. He aquí donde entran nuestros tres protagonistas: Maaka, una decidida joven; Black Star, un joven valiente pero alocado y Death the Kid, un chico obsesionado por la simetría absoluta.
Opinión: Soul Eater, todos lo sabemos, es uno de los shonen de moda. Y esto puede deberse a varias razones. Para empezar, el mundo en el que se ambienta Soul Eater tiene una estética original, algo tétrica y a la par cómica, y con un dibujo cuidado y curioso. Una de las cosas que me llevó a verla fue precisamente ésta, su ambientación.
En segundo lugar, los personajes son muy carismáticos, todos muy locos. La obsesión de Death the Kid por la simetría, que roza lo absurdo, es descacharrante.
Pero lo que yo reseño aquí es el anime, el cual no está nada mal. Podría haber dicho que el anime es absolutamente genial si sólo hubiera durado 26 capítulos (es decir, la primera temporada). Si el anime se hubiera detenido ahí, hubiera sido una serie de notable. En cambio, el maldito relleno tuvo que agregar otros 26 capítulos, que se hacen repetitivos, dando la sensación de más de lo mismo y con un final que roza lo absurdo. Me hubiera quedado con un muy buen sabor de boca si la serie no se hubiera alargado innecesariamente.
Así pues, ¿debería verse esta serie? Rotundamente sí. ¿Entera? No, entera no, solo la mitad, pero posiblemente al ver la 1º temporada, quieras más, y acabaréis decepcionados.
En todo caso, mi consejo es que la veas, aunque sea hasta el episodio 26.